La Consejería de Salud ha constatado que la mayor parte de los brotes detectados en la comunidad se relacionan con encuentros familiares o de amistades en los que las medidas de protección se relajan. Por este motivo, plantea crear entornos saludables, formados por las personas con las que se mantiene un vínculo más cercano, y en los que se pueden aplicar las pautas de seguridad de forma menos estricta, aunque siempre con responsabilidad. No obstante, si alguno de los miembros de la burbuja es una persona mayor o con patologías de riesgo, deben extremarse las medidas de seguridad incluso dentro del propio grupo.
Los miembros de cada burbuja deben comprometerse a no pertenecer a ningún otro grupo de estas características; es decir: no se pueden compartir diferentes burbujas, y a cumplir de forma estricta las medidas de seguridad (uso de la mascarilla, distanciamiento social y lavado frecuente de manos) cuando interactúen con otras personas. Además, en estos casos, es preferible que las reuniones se celebren al aire libre o en espacios bien ventilados.
Rafael Cofiño ha destacado que esta iniciativa permitirá que la población mantenga una salud emocional favorable durante la pandemia, al tiempo que contribuirá a frenar la curva de contagios en Asturias, para lo que también ha pedido que se limiten las actividades sociales innecesarias.
Además, para evitar que personas que viven solas puedan sentirse aisladas, las autoridades sanitarias recomiendan mantener el contacto con ellas por otras vías, como las llamadas telefónicas, con el fin de cuidar también de su salud emocional.
En la rueda de prensa han participado también Nadia García, técnica del Servicio de Salud Poblacional de la consejería, y Elena Fernández, portavoz de la Asociación Ye too ponese, que ha colaborado estrechamente en el diseño de la campaña informativa.
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